Su economía estaba basada en la agricultura y la ganadería. Gracias a su privilegiada ubicación geográfica (ríos Tigris y Éufrates), su tierra era muy fértil y los campesinos generaron efectivos procesos de irrigación. Cultivaban alimentos como cereales, olivos, la palma datilera, el sésamo, uvas, legumbres e higos. También, la ganadería jugó un papel importante, ya que se dedicaron a la crianza y cuidado de ganado ovino, caprino y porcino. Además, comerciaban productos con Egipto e India. La tierra le pertenecía al Estado, por lo tanto, los productos ya mencionados que cultivaban los campesinos eran ofrecidos al mismo. Este cuidaba el comercio y cobraba impuestos de las actividades artesanales y comerciales. Así, los impuestos eran invertidos en obras, como diques, canales, presas, murallas y templos. Los impuestos eran cobrados a los agricultores, artesanos y comerciantes. Además. se utilizaba la escritura para llevar constancia de los registros contables de las actividades, y de las acciones comerciales y labores de venta.
Por otro lado, comerciaban productos con los pueblos ya mencionados, a través de rutas marítimas. Comerciaban productos de agricultura y ganadería, que cambiaban por materias. Así, llevaban los registros de las cuentas en las tablillas. Además, fabricaban armas y herramientas de trabajo hechas de cobre y bronce, a cambio de materias primas.
En la ganadería, diseñaban prendas de vestir hechas de la lana de las ovejas. No solo se vestían, sino que las intercambiaban. Además, construyeron barcos de vela utilizados para el transporte y el comercio.
Bibliografía
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