Para empezar, se puede definir la emancipación como un proceso individual y colectivo que tiene como fin salir del sistema capitalista y buscar una nueva alternativa. Y es que la emancipación implica un desprendimiento de la ideología burguesa y buscar un camino diferente a este, uno en el que prime la solidaridad y el bien común. Porque la emancipación es una vía de escape del sistema de opresión capitalista.
Siguiendo con esta idea, el autor italiano R. Fineschi en su texto Un nuevo Marx, menciona que "una teoría del Estado puede abordarse desde al menos dos puntos de vista distintos: por un lado, la teoría de los Estados en el capitalismo; por otro, la teoría del Estado como teoría racional del autogobierno de los hombres en su intercambio orgánico con la naturaleza, en la naturaleza..." (Fineschi, 2022, p. 190). En esta cita, Fineschi menciona que en el Estado capitalista no es posible el autogobierno, ya que siempre prima el interés individual por encima del bien común. El capitalismo maximiza las ganancias para los burgueses a través del trabajo asalariado, provocando que los trabajadores produzcan plusvalía. En este sentido, es importante repensar el modo producción para superarlo y practicar otro en el cual permita la superación de la capacidad dineraria y de las clases sociales, otro en cual todos seamos participes y responsables de esta. Aquí cabe citar a los autores Luz Elena Hernández Maldonado, Héctor Parra García y Donatto Daniel Badillo Cuevas, y su libro Horizontes emancipatorios en América Latina, el cual se trata sobre el Proyecto PAPIT llamado "Autonomía vs Hegemonía, Estado y emancipación social en América Latina, aportes desde los pueblos indígenas, afrodescendientes y sectores populares". En sus reflexiones, han tenido en cuenta el siguiente contraste: "el "hegemónico", concentrado en la disputa por el Estado y el poder político centralizado; y el "autonómico" que desafía este orden a través de la construcción horizontal de autonomías populares que van más allá y en contra del Estado y el capital" (Luz Elena Hernández Maldonado, Héctor Parra García y Donatto Daniel Badillo Cuevas, 2022, p.19). Esta cita pone en contraste los términos "hegemónico" y "autonómico", ya que son opuestos, y para crear procesos de emancipación, hay que fomentar la autonomía y la solidaridad por parte de nosotros y nosotras. La autonomía significa crear nuestra propia identidad y no depender de discursos políticos por parte de las clases altas. Significa ser responsables de lo que hacemos y crear redes de solidaridad con las diversas comunidades y los territorios.
En relación con el párrafo anterior, el Estado profundiza la crisis que produce el capitalismo a través de sus gobiernos, los cuales son renovados cada cuatro años gracias al voto popular. En este sentido, el Estado no garantiza el cumplimiento de los derechos de la población, ya que este ente, en realidad, como lo indica mi mentor de Filosofía de la Historia, Miguel E. Cárdenas en su texto El Estado (burgués) y el mito de la violencia legitima, "no es una institución pública, por el contrario, es un ente garante del interés privado que la burguesía estima necesario para resolver los problemas del gran capital" (Cárdenas, 2020, p. 22). Esta cita indica que el Estado no es una institución pública, ya que no es capaz de representar a la población y, una vez en el poder, ocupando cargos políticos, el funcionario demuestra su lado egoísta y ambicioso, acumulando dinero en beneficio propio y solucionando los problemas de la población de manera temporal e ineficaz. Este es el capitalismo, el cual se basa en la acumulación de dinero y en el intercambio de mercancías.
A partir de la premisa de que el Estado no es una institución pública, debemos buscar una alternativa para este, la cual pueda garantizar la vida en comunidad, teniendo en cuenta que en esta prima el bien común y la solidaridad. Esta es la emancipación, es decir, vivir sin tener un jefe. La emancipación implica la eliminación del poder, un desprendimiento de la ideología burguesa y, asimismo, buscar alternativas para, como lo mencioné antes, vivir la vida en comunidad. En este punto, vale la pena mencionar el comunismo, ya que este busca la emancipación del poder y de la explotación capitalista. El comunismo es un sistema basado en el bien común, eliminando así las clases sociales y la propiedad privada. O, como lo indican Marx y Engels en el texto Manifiesto del Partido Comunista, "La revolución comunista es la ruptura más radical con las relaciones de propiedad más tradicionales, nada de extraño tiene que en el curso de su desarrollo rompa de la manera más radical con las ideas tradicionales" (Marx y Engels, 1848, p. 45). Es decir, el comunismo implica una ruptura con el poder y con la burguesía, eliminando la propiedad privada y, a la vez, creando consciencia de quienes somos.
Entonces, la emancipación es un proceso de consciencia colectiva que implica el desmonte de la ideología burguesa y capitalista, para establecer un estilo de vida basado, como lo he mencionado anteriormente, en el bien común. Este es el objetivo de la emancipación, tener la capacidad de cuestionar y desmontar la ideología burguesa que nos domina y vivir la vida con los valores del amor. Y esto se hace a través del estudio del campo de la Historia, comprendida esta como una ciencia social que estudia el presente. O, dicho en otras palabras, el comunismo es un movimiento histórico, y a través del estudio crítico y analítico de la Filosofía de la Historia, podemos cambiar nuestros enfoques que tenemos de los fenómenos actuales y empezar la transición hacia el comunismo...
Referencias bibliográficas
Un nuevo Marx. R. Fineschi
Horizontes emancipatorios en América Latina. Luz Elena Hernández Maldonado, Héctor Parra García y Donatto Daniel Badillo Cuevas
El Estado (burgués) y el mito de la violencia legitima. Miguel E. Cárdenas
Manifiesto del Partido Comunista. K. Marx y F. Engels
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