El braille es un sistema de lectura y escritura que utilizan las personas con discapacidad visual, basada en el sentido del tacto, inventada por el pedagogo francés Louis Braille. En este sentido, el braille no es una lengua o idioma propio, sino un mecanismo de escritura en base a puntos de relieve sobre una superficie lisa. Cada sistema de braille debe adaptarse al idioma tradicional del país donde se encuentra.
El braille consiste en un conjunto de celdas en las que se inscriben 6 (seis) puntos de relieve. Estos están organizados según una matriz de 3 (tres) filas por 2 (dos) columnas, que por lo general se enumeran de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Así, la presencia o ausencia de puntos permite codificar los símbolos del lenguaje verbal, dependiendo de la posición de los puntos simboliza una letra. De este modo, se obtienen 64 (sesenta y cuatro) combinaciones (letras y signos de puntuación). Además, se le añaden símbolos diferenciadores para identificar las mayúsculas, las bastardillas, los números y/o las notas musicales.
Este sistema ha permitido la lectura, como lo mencioné anteriormente, a las personas con discapacidad visual, a tener una vida más independiente al no necesitar de intermediarios para leer. De este modo, todas y todos somos seres muy especiales, sin importar condiciones, enfermedades, status social ni etnia. Esto se llama diversidad cultural, es decir, todas y todos pertenecemos a una cultura global. No sobra decir que el 4 de enero se celebra el Día Mundial del Braille.
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