viernes, 21 de abril de 2023

¿Qué es la historia?

La actualidad es resultado de un devenir histórico constante, donde se han ido configurando las diferentes condiciones que vivimos a diario. En este sentido, la historia nos ayuda a comprender los fenómenos en los que estamos sumergidos, analizando sus causas reales y sus consecuencias. Dicho esto, intentaré responder a esta pregunta fundamental que nos hacemos y que a veces caemos en diferentes creencias erróneas.

Primero que todo, la historia es una ciencia social que estudia el tiempo presente. Esta definición hay que analizarla por partes para su comprensión. Dicho esto, la ciencia es un tipo de conocimiento que estudia e investiga los diferentes fenómenos sociales, naturales y artificiales a través de la observación, experimentación y medición. De esta manera, según el historiador español Enrique Moradiellos, en su libro El oficio del historiador, "las distintas formaciones socioculturales (como la geometría, matemática, física, lingüística, etc) son esencialmente una actividad humana constructiva que produce un tipo particular de conocimiento de las siguientes características: crítico-racional, organizado, sistematizado, transmitido y desarrollado históricamente" (Moradiellos, 1994, p. 1). Es decir, la ciencia es un conocimiento que se construye de forma colectiva, y, sobre todo, las diversas ciencias tienen un objetivo común: investigar la verdad, estableciendo "la necesidad de contar con referentes materiales específicos para apoyar su discurso lingüístico" (Moradiellos, 1994, p. 3). Por esto, las ciencias se oponen a creencias y mitos, ya que se construyen a partir de una investigación exhaustiva, la cual se convierte en un relato. 

Teniendo claro lo anterior, la historia no es una simple palabrería ni un discurso populista, ya que, parafraseando a Marc Bloch en su obra Apología de la historia, hay esfuerzos por narrarla verídicamente. Dicho en otras palabras, la historia es una ciencia social que desarrolla un relato a partir de una investigación exhaustiva que el o la historiadora interpreta los hechos. Y esta ciencia no solo investiga los hechos, sino también los estudia y hace dicho proceso cognitivo de interpretación para después narrarlos. Además, según Bloch, la historia es el estudio de las sociedades humanas, donde son protagonistas, ya que ellas son las narran los hechos. En este sentido, la historia la llevan a cabo los seres humanos, siendo protagonistas al escribirla y narrarla. Sin embargo, no hay que caer en el antropocentrismo, ya que la historia también estudia las relaciones que se establecen entre el territorio y los seres humanos.

Ahora veamos porqué la historia no estudia el pasado, sino el tiempo presente. Volviendo a Moradiellos, en en su libro El oficio del historiador, "En su calidad de ciencia humana, la Historia (mejor: las disciplinas históricas en plural) tiene un campo de trabajo peculiar que no es, ni puede ser, el "Pasado"" (Moradiellos, 1994, p. 7). Y agrega: "Y ello porque el pasado, por definición, no existe, es tiempo finito, perfecto acabado y como tal incognoscible, científicamente porque no tiene presencia física actual y material" (Moradiellos, 1994, p. 7). Además, según Edward Halett Carr en su obra Qué es la historia, argumenta: "Y esta misma acción recíproca entraña reciprocidad entre el pasado y el presente, porque el historiador es parte del presente, en tanto que sus hechos pertenecen al pasado" (Carr, 1961, p. 40). Es decir, el historiador debe hacer un constante dialogo con el presente, ya que el pasado no existe y el presente es consecuencia de una serie de transformaciones e interpretaciones que el ser humano analiza de los hechos históricos. Además, aún no hemos superado diferentes fenómenos que han existido, como la violencia.        

Otro punto fundamental es que el o la historiadora no solo recolecta datos, sino que los investiga, los analiza, los ordena y los interpreta de manera crítica y reflexiva. Y es que para investigar un hecho histórico, se debe hacer todo este proceso cognitivo con el fin de narrarlo. Pero, ¿qué es un hecho histórico? Un hecho histórico es un suceso que tiene trascendencia en un contexto, que marca un antes y un después, y es de carácter interpretativo y tiene relevancia. Por esto, el historiador debe investigar e interpretar de manera analítica, crítica y reflexiva para seleccionarlo. Y es que, según E. H. Carr, en su obra Qué es la historia, "Solía decirse que los hechos hablan por sí solos. Es falso, por supuesto. Los hechos sólo hablan cuando el historiador apela a ellos" (Carr, 1961, p. 15. ). Es decir, el historiador, con su capacidad analítica e interpretativa, es quién decide lo que es y lo que no es un hecho histórico, y hace este proceso a partir de la investigación, análisis e interpretación de datos.

Además, en la historia no existe una verdad absoluta, ya que, parafraseando a Bloch en su obra Apología de la historia, los pueblos pueden cambiar, y los historiadores deben ponerse en guardia sobre ello, ya que la historia malentendida puede desacreditar a la bien entendida. Por esto, la historia es una ciencia que está en constante investigación. Además, según él, las ciencias auténticas logran establecer relaciones explicativas entre los fenómenos, lo demás es "polimatía". 

Por último, analizaré qué no es historia. La historia no es un simple estudio del pasado ni del futuro, ya que, como lo mencioné anteriormente, estos no existen. Además, como lo indica Moradiellos en su obra El oficio del historiador, "En definitiva, si bien la historia científica no puede "predecir" el futuro ni proporcionar ejemplos de conducta infalibles, sí permite exponer los orígenes del presente e iluminar las circunstancias de su gestación, funcionamiento y transformación" (Moradiellos, 1994, p. 15). Como vemos, la historia no estudia el pasado ni predice el futuro, ya que estos tiempos no existen, pero sí hace una relación constante entre los hechos y el presente. La historia no predice el futuro, pero sí estudia, analiza e interpreta el presente. Además, la historia no es una simple cronología, ya que no solo se dedica a ordenar temporalmente los hechos históricos. Esta es una función muy básica del historiador, ya que, como lo indica E. H. Carr en su libro Qué es la historia, "Elogiar a un historiador por la precisión de sus datos es como encomiar a un arquitecto por utilizar, en su edificio, vigas debidamente preparadas o cemento bien mezclado" (Carr, 1961, p. 14). Y es que los datos no lo son todo para el historiador, y la historia no se dedica solamente a recolectarlos y ordenarlos cronológicamente, sino se dedica a analizarlos e interpretarlos en un sentido lógico y crítico para la reconstrucción histórica. Además, los datos no hablan por sí solos, sino que el historiador habla por ellos.

En conclusión, la historia no es un mero orden cronológico de datos y se opone a mitos y creencias, sino que, como lo mencioné anteriormente, es una ciencia social que está en constante diálogo con el presente. Los historiadores no lanzan juicios sin fundamento, sino que se dedican a investigar, analizar e interpretar los hechos históricos de manera crítica y reflexiva. Por esto, para dedicarnos a esta disciplina fabulosa, debemos interrogar, pensar e investigar constantemente el contexto actual y sus orígenes. Además, la historia nos ayuda a comprender la desigualdad y la represión que existe actualmente. Los animo a entrar en esta fabulosa ciencia social.  

Bibliografía  

El oficio del historiador. Enrique Moradiellos

Apología de la historia. Marc Bloch

Qué es la historia. E. H. Carr

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