Para empezar, el Nilo es el río más largo del continente africano, con 6.600 km de longitud. El Nilo no solo aportó agua, sino además permitió la agricultura y fue la principal vía para las comunicaciones, transporte de personas y mercancías por todo el país de Egipto. Inicia su recorrido en la región de los Grandes Lagos de África central y fluye hasta Sudán. Luego irrumpe en Egipto en medio de un valle y avanza hasta formar un amplio delta que desemboca en el Mediterráneo. Egipto estaba conformado por desierto, por lo que solo era tierra fértil el valle (Alto Egipto). Sin embargo, si las aguas no crecían lo suficiente, se reducía la porción de tierra donde se podía sembrar, por lo que se producía un periodo de hambruna. Una crecida del río producía las pérdidas de las cosechas, la destrucción de diques y canales, y aldeas y pueblos eran arrasados. Las vidas de los campesinos se veían condicionadas por los ritmos de las inundaciones. En este sentido, solo fue hasta 1970 cuando se hizo la construcción de la gran presa de Asuán, la cual extinguió el ciclo de las inundaciones.
Según el libro Historia Universal, del diario colombiano El Tiempo, habían tres (3) estaciones del Nilo: inundación o akhet, la siembra y la cosecha, por lo que los agricultores sabían cuando cultivar y cuando recoger las cosechas. Sin embargo, una crecida podía causar fuertes destrucciones. Cuando las inundaciones eran muy escasas, podría causar hambruna.
Como vemos, el Nilo ha sido de gran importancia para los egipcios por estas razones, por lo que lo consideraban un río sagrado. También sabían cómo controlarlo y sabían cuando y cómo eran sus temporadas.
Bibliografía
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/nilo-rio-sagrado-egipto_6820
Referencias
Historia Universal. El Tiempo
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